Fortaleza del Celtic vulnerada: Una noche para recordar en Celtic Park

En el gran teatro de Celtic Park el 13 de febrero de 2025, los Bhoys se enfrentaron a un coloso bávaro en lo que fue un choque de titanes futbolísticos. Celtic FC vs. FC Bayern Múnich no fue solo un partido; fue un drama electrizante donde las apuestas no podían ser más altas. Imagina esto: una multitud agotada de 60,000 aficionados, una fortaleza invicta en 35 partidos en casa y un equipo listo para poner a prueba su temple contra uno de los mejores de Europa. Era como ver una saga de David y Goliat, con el Celtic vistiendo el manto del desvalido.

La atmósfera era similar a un concierto de rock encabezado por los Rolling Stones, mientras Celtic Park vibraba con anticipación. Pero, lamentablemente, a medida que se acercaba el silbato del medio tiempo, Michael Olise golpeó una nota que era decididamente desafinada para los aficionados locales. Su disparo con la pierna izquierda atravesó el aire, anidándose perfectamente en la esquina de la red, dando a Bayern una ventaja crucial justo antes del medio tiempo. Era como si Olise hubiera irrumpido en la fiesta justo cuando el DJ estaba a punto de poner 'Sweet Caroline'.

No dispuesto a alejarse de los reflectores, Harry Kane, la respuesta del fútbol a un cuchillo suizo, aumentó el marcador de Bayern con un volea que era más 'Misión Imposible' que 'Misión Improbable'. Apenas cuatro minutos después del medio tiempo, se apoderó de un córner de Joshua Kimmich y, con la precisión de un maestro artesano, duplicó la ventaja de Bayern. Los fieles del Celtic solo pudieron mirar mientras su amada fortaleza mostraba signos de agrietamiento.

Pero el Celtic, al igual que los protagonistas de cualquier buena historia de desvalidos, encontró su momento de rebelión. En el minuto 79, Daizen Maeda se convirtió en el héroe que el Celtic necesitaba, si no el que merecía, al hacer temblar la red y reavivar las esperanzas de un regreso. De repente, los Bhoys estaban de vuelta en el juego, y el rugido de la multitud era legendario.

A pesar del impulso tardío del Celtic, la defensa del Bayern se mantuvo firme, con Manuel Neuer haciendo su mejor impresión de Gandalf, negando al Celtic cualquier paso adicional. La dominancia del Bayern fue subrayada por su 70% de posesión y cinco intentos a puerta, un testimonio de su control y compostura, cualidades elogiadas por su entrenador, Vincent Kompany, quien encontró consuelo en la disciplina de su equipo bajo presión.

El entrenador del Celtic, Brendan Rodgers, reflexionó sobre el rendimiento de su equipo con el ojo analítico de un gran maestro de ajedrez. Notó su pasividad en la primera mitad, pero se sintió alentado por el tardío despliegue de valentía y determinación. Cuando cayó el telón de esta primera parte, Celtic Park había sido testigo de una batalla de ingenios y voluntades, preparando el escenario para una intrigante segunda parte.

Al final, Bayern dejó Celtic Park con una victoria de 2-1, un resultado que reverberó por el mundo del fútbol como un giro en la trama de una saga de taquilla. En cuanto al Celtic, pueden haber perdido la batalla, pero la guerra está lejos de haber terminado.