El viaje de la AS Roma en la Liga Europa termina en desilusión contra el Athletic Bilbao
En una noche destinada al triunfo, los sueños europeos de la AS Roma se desmoronaron en el Estadio San Mames. El 13 de marzo de 2025 quedará grabado en la memoria de los aficionados de Roma, no por la gloria, sino por la agonía de una oportunidad perdida. Roma entró en el segundo partido con una estrecha ventaja de 2-1 de su partido en casa, pero las tornas cambiaron rápidamente en su contra.
El momento decisivo llegó en el minuto 11. Mats Hummels, el baluarte de Roma en defensa, recibió una tarjeta roja, cambiando drásticamente la dinámica del partido. Con Roma reducido a diez hombres, el Athletic Bilbao aprovechó su oportunidad. Nico Williams, la joven sensación española, encabezó el asalto de Bilbao, anotando dos goles cruciales que dejaron a Roma tambaleándose.
Yuri Berchiche sumó a los problemas de los italianos con un tercer gol, dejándolos con una montaña que escalar. A pesar de las probabilidades, Leandro Paredes logró marcar uno para Roma con un penalti tardío, pero el reloj no estaba a su favor. El marcador global quedó en 4-3, un testimonio de la resistencia y destreza táctica del Athletic Bilbao en su casa.
La campaña de la Roma en la Liga Europa, que comenzó con altas esperanzas y actuaciones deslumbrantes, terminó en decepción. El incidente de la tarjeta roja fue un cruel giro del destino, un recordatorio claro de la imprevisibilidad del fútbol. Mientras los aficionados de Roma reflexionan sobre lo que podría haber sido, el club debe ahora reagruparse y centrarse en sus aspiraciones nacionales.
La noche en San Mames fue una saga de oportunidades perdidas y presión implacable, una narrativa que no pasó desapercibida para los apasionados seguidores que viajaron con la esperanza de presenciar la historia. Las lecciones aprendidas serán invaluables, preparando el escenario para futuras batallas en el frente europeo.