Las dificultades de Saint-Étienne continúan con la derrota ante Strasbourg
El viaje del AS Saint-Étienne a través de la temporada 2024-2025 de la Ligue 1 ha sido una montaña rusa de emociones, con su reciente derrota 3-1 ante el RC Strasbourg Alsace el 26 de abril de 2025, marcando otro giro en su turbulenta campaña. A medida que el partido se desarrollaba en el Stade de la Meinau, la tensión era palpable, no solo entre los jugadores, sino también entre los leales aficionados que han visto a su equipo luchar con uñas y dientes para evitar el descenso. La importancia de este partido no puede ser subestimada, ya que la precaria posición de Saint-Étienne en la tabla de la liga añade una capa de urgencia a cada juego.
El encuentro comenzó con un sentido de optimismo para el Saint-Étienne, que había mostrado vislumbres de resistencia en sus actuaciones recientes. Hace solo unas semanas, lucharon por un emocionante empate 3-3 contra Brest y lograron una victoria que levantó la moral por 2-1 sobre sus feroces rivales, Lyon. Estos resultados habían inyectado un renovado sentido de esperanza en el equipo, y los aficionados se atrevían a soñar con la supervivencia. Sin embargo, el choque con el Strasbourg resultaría ser una dura prueba de su temple.
Strasbourg, jugando con la confianza de un equipo que aspira a mayores ambiciones, rompió el empate a través de Diego Moreira, cuyo remate clínico estableció el tono para la tarde. Emanuel Emegha y Dilane Bakwa agravaron aún más los problemas de Saint-Étienne, cada uno aportando un gol que puso el partido fuera de su alcance. Aunque Saint-Étienne consiguió un gol de consolación, el marcador final de 3-1 reflejó no solo el partido, sino también los desafíos más amplios que enfrenta el club. Defensivamente, las vulnerabilidades de Saint-Étienne quedaron al descubierto, ya que continuaron luchando en la defensa, habiendo concedido ya 63 goles antes de este encuentro.
Las debilidades defensivas no son solo un fenómeno reciente, sino una preocupación que ha durado toda la temporada. La incapacidad de la línea defensiva para cerrar el paso a los oponentes ha sido un tema recurrente, socavando los esfuerzos de sus compañeros ofensivos. Los datos ofrecen una imagen alarmante: Saint-Étienne tiene una de las defensas más permeables de la liga, una estadística que sin duda pesa sobre el cuerpo técnico.
Sin embargo, en medio de la sombría perspectiva, hay rayos de esperanza. La capacidad ofensiva de Saint-Étienne no puede ser desestimada. Han demostrado que pueden marcar, como lo demuestra su habilidad para encontrar la red contra oponentes formidables. El desafío que tienen por delante será encontrar un equilibrio entre el ataque y la defensa, una armonía que les ha eludido durante gran parte de la temporada.
A medida que la temporada llega a su clímax, cada partido se convierte en una final de copa para el Saint-Étienne. La histórica trayectoria del club y su apasionada base de aficionados exigen nada menos que la supervivencia. El camino por delante es desalentador pero no insuperable, siempre que puedan reforzar su defensa y mantener su ímpetu ofensivo. Para el Saint-Étienne, la búsqueda de la supervivencia en la Ligue 1 continúa, y el próximo capítulo de su saga aún está por escribirse.