Implicaciones tácticas de la posible salida de Rodrigo De Paul para el Atlético de Madrid
El Atlético de Madrid está navegando por un momento crítico en su evolución táctica, marcado por la posible salida de Rodrigo De Paul. Las negociaciones de contrato con el centrocampista argentino se han estancado, y con su contrato que expira en 2026, el club está considerando una venta para evitar el riesgo de perderlo gratis. Aunque Diego Simeone valora las contribuciones de De Paul, las perspectivas diferentes de la junta podrían llevar a un cambio significativo en la dinámica del equipo.
De Paul, desde su llegada, ha sido una pieza clave en las formaciones 4-4-2 y 3-5-2 de Simeone, operando a menudo como un centrocampista versátil capaz de transitar el juego de la defensa al ataque. Su capacidad para leer el juego y ejecutar una distribución precisa del balón ha sido integral, especialmente cuando el Atlético opta por una estrategia más orientada a la posesión. Su salida requeriría una recalibración táctica, lo que podría afectar la fluidez con la que el Atlético transita entre su solidez defensiva y sus fases de ataque.
El sistema de Simeone prospera en estructuras defensivas compactas, con una dependencia de los centrocampistas que pueden presionar agresivamente mientras mantienen el balón bajo presión. El papel de De Paul dentro del doble pivote o como un creador de juego avanzado permite al Atlético mantener un equilibrio entre las obligaciones defensivas y la creatividad ofensiva. Sin su presencia, el equipo podría tener dificultades para mantener este equilibrio, posiblemente llevando a un estilo de juego más directo, lo que podría alterar su enfoque contra rivales tanto nacionales como europeos.
En términos de movimientos de jugadores, De Paul proporciona un enlace esencial entre las líneas, a menudo retrocediendo para ayudar en la construcción del juego o avanzando para apoyar a los delanteros. Su conciencia espacial y capacidad para explotar los espacios vacíos lo convierten en un activo único en el planteamiento táctico de Simeone. La posible venta requeriría refuerzos capaces de replicar estos movimientos y mantener la coherencia estratégica del equipo.
Estadísticamente, las contribuciones de De Paul están subrayadas por su precisión en los pases y contribuciones defensivas. Su promedio de 2.1 pases clave por partido y 2.3 tackles por partido destaca su capacidad de doble amenaza: tanto creando oportunidades como interrumpiendo el juego del oponente. Sin él, el Atlético necesitaría identificar a un jugador o una combinación de jugadores que puedan llenar este rol multifacético, asegurando que la identidad táctica del equipo permanezca intacta.
En última instancia, la decisión de vender a De Paul podría redefinir el paisaje táctico del Atlético de Madrid. Si bien las consideraciones financieras de la junta son comprensibles, el desafío será mantener la ventaja competitiva del equipo en La Liga y la UEFA Champions League. A medida que Simeone evalúa sus opciones, el enfoque estará en encontrar una solución que preserve la flexibilidad estratégica de la plantilla y mantenga sus ambiciones en el más alto nivel.