Fracasos tácticos y errores estratégicos: El descenso del Cosenza Calcio a la Lega Pro
El descenso del Cosenza Calcio de la Serie B a la Lega Pro se selló oficialmente el 5 de mayo de 2025, tras una derrota crítica por 2-1 ante el FC Sudtirol. Este resultado no solo concluyó su mandato de siete años en la segunda división de Italia, sino que también destacó deficiencias tácticas y estratégicas clave que afectaron su campaña 2024/25. El gol solitario de Mazzocchi fue un breve momento de esperanza en un partido dominado por el juego más cohesivo y estructurado de Sudtirol, encarnado por los finales clínicos de Molina y Davi.
A lo largo de la temporada, Cosenza luchó por establecer una identidad táctica consistente, oscilando frecuentemente entre formaciones sin éxito. La indecisión del entrenador fue evidente mientras el equipo alternaba entre un 4-2-3-1 y un más conservador 5-3-2. El primero buscaba aprovechar a sus mediocampistas ofensivos para el juego creativo, mientras que el segundo trataba de mitigar las vulnerabilidades defensivas. Desafortunadamente, ninguna de las formaciones proporcionó el equilibrio necesario para mantener rendimientos competitivos.
En la formación 4-2-3-1, el papel del doble pivote fue crucial, pero a menudo se ejecutó de manera inadecuada. El dúo del mediocampo tenía la tarea de proteger la defensa y lanzar ataques, pero las frecuentes descoordinaciones llevaron a brechas explotables. Los mediocampistas ofensivos, que dependían de transiciones rápidas, a menudo estaban aislados debido a la lenta construcción de juego, lo que los hacía ineficaces contra defensas bien organizadas.
Por el contrario, la formación 5-3-2 buscaba reforzar la línea defensiva, pero las debilidades defensivas de Cosenza persistieron. Se esperaba que los laterales proporcionaran amplitud y apoyo tanto defensivo como ofensivo, pero sus carreras en superposición estaban frecuentemente mal cronometradas, dejándolos vulnerables a los contraataques. Esta rigidez táctica a menudo resultaba en que el equipo quedara atrapado, incapaz de transitar efectivamente al ataque y dependiendo en gran medida de jugadas a balón parado para las oportunidades de gol.
El descenso de Cosenza no fue solo debido a la desalineación táctica; las actuaciones inconsistentes de los jugadores y la falta de profundidad en la plantilla agravaron aún más sus problemas. Las lesiones y suspensiones expusieron la delgadez del equipo, obligando al entrenador a hacer ajustes tácticos reactivos en lugar de proactivos. Esto se ejemplificó en su victoria ante Bari, donde una estrecha victoria por 1-0 levantó temporalmente los ánimos, pero fue insuficiente para alterar el rumbo de su temporada.
A medida que Cosenza se prepara para la vida en la Lega Pro, la introspección y la revisión estratégica serán necesarias. El club debe abordar las inconsistencias tácticas y reforzar la profundidad de su plantilla para navegar los desafíos de la división inferior. Aunque el descenso es un revés, también presenta una oportunidad para reconstruir y realinear su visión estratégica para un regreso a la Serie B.