El valiente viaje del Athletic Bilbao en la Europa League termina en Old Trafford
En el ámbito del fútbol europeo, pocas narrativas cautivan como la travesía del desvalido. Para el Athletic Bilbao, su campaña en la UEFA Europa League de la temporada 2024/25 tuvo momentos que encendieron sueños de gloria. Sin embargo, al enfrentar la fuerza del Manchester United, las aspiraciones del club vasco se vieron detenidas con una dura derrota por un agregado de 7-1.
El partido de vuelta en Old Trafford fue un testimonio de la dominación del Manchester United, pero también una demostración de la tenacidad de Bilbao. El encuentro concluyó con una victoria de 4-1 para los locales, con goles de Mason Mount, Casemiro y Rasmus Højlund sellando su lugar en la siguiente ronda. A pesar del marcador, el gol de Maikel Jauregizar en el minuto 31 brindó un fugaz momento de esperanza y encapsuló el espíritu luchador de Bilbao.
Mirando hacia atrás en el primer partido, celebrado en San Mamés el 1 de mayo de 2025, el triunfo del Manchester United por 3-0 fue una exhibición de precisión clínica. Para Bilbao, el desafío siempre iba a ser monumental. El club histórico, conocido por su política de alinear jugadores nativos del País Vasco, depende en gran medida del talento local. Esta tradición ha sido tanto un punto de orgullo como una limitación competitiva en la era moderna del fútbol globalizado.
Sin embargo, el viaje del Athletic Bilbao no debería medirse únicamente por esta eliminación. Su recorrido en la Europa League fue impulsado por la disciplina táctica y la aparición de jóvenes talentos como Maikel Jauregizar. A pesar de estar en desventaja en recursos, su capacidad para competir en el escenario europeo es un testimonio de su robusta academia juvenil y su red de scouting.
Desde una perspectiva analítica moderna, los datos pintan un cuadro de un equipo que, aunque carece del poder estelar de sus adversarios, compensa con esfuerzo colectivo y perspicacia estratégica. Las estadísticas de posesión de Bilbao, que promediaron el 55% a lo largo del torneo, y su solidez defensiva, con un promedio de solo 1.2 goles concedidos por partido antes de enfrentar a United, destacan un equipo bien entrenado y cohesionado.
Tras su salida de la Europa League, el Athletic Bilbao puede mantener la cabeza en alto. La experiencia adquirida por su joven plantilla contra la élite europea servirá como una lección invaluable. Al regresar a las competiciones domésticas, el equipo vasco buscará construir sobre esta campaña, combinando su rica historia con las exigencias del fútbol contemporáneo.