Las luchas tácticas de Rio Ave en medio de una racha sin victorias en la Primeira Liga

La racha de partidos sin ganar de Rio Ave FC en la Primeira Liga ha suscitado preguntas sobre su enfoque táctico y ejecución en el campo. El último en una secuencia de resultados frustrantes fue un empate sin goles contra el FC Famalicão en el Estádio Municipal 22 de Junho, un partido que subrayó las ineficiencias ofensivas actuales de Rio Ave.

Rio Ave se configuró en una formación 4-2-3-1, un sistema diseñado para proporcionar tanto solidez defensiva como flexibilidad en el ataque. Sin embargo, la ejecución ha sido deficiente, como se vio en su partido contra Famalicão. El equipo luchó por hacer la transición de defensa a ataque de manera efectiva, dejando a su único delantero a menudo aislado. El doble pivote del mediocampo, encargado de proteger la línea defensiva e iniciar los ataques, no logró encontrar el ritmo necesario para romper las líneas defensivas de Famalicão.

Uno de los problemas críticos ha sido la falta de penetración desde las áreas amplias. Los extremos en la formación 4-2-3-1 son cruciales para estirar la defensa del oponente y crear espacio para jugadores centrales como André Luiz. Desafortunadamente, los jugadores de banda de Rio Ave no han podido entregar consistentemente centros de calidad o cortar hacia adentro de manera efectiva. Dario Spikic, a pesar de su esfuerzo, tuvo un tiro bloqueado, lo que destaca la dificultad del equipo para crear oportunidades claras.

Defensivamente, la forma de Rio Ave era compacta, pero eran propensos a lapsos de concentración, como se demostró en su anterior derrota 3-1 ante el Moreirense. En ese partido, Rio Ave concedió tres goles en los primeros 69 minutos, lo que indica un problema continuo con mantener la disciplina defensiva a lo largo del juego. La línea defensiva, a menudo sentada profundamente, permitió que el Moreirense explotara los espacios entre las líneas, lo que llevó a su caída.

Los ajustes tácticos necesarios para Rio Ave son claros. Deben mejorar su juego de pases verticales para hacer la transición rápidamente de defensa a ataque, aprovechando la velocidad de sus delanteros. Además, los laterales, que han sido bastante conservadores en sus movimientos hacia adelante, necesitan apoyar el ataque de manera más agresiva para proporcionar amplitud y crear sobrecargas en las áreas amplias.

A medida que Rio Ave continúa buscando su primera victoria en la liga, el énfasis debe estar en convertir estas ideas tácticas en mejoras tangibles en el campo. El enfoque debe cambiar hacia un enfoque más dinámico y cohesivo que alivie la presión sobre su unidad defensiva y revitalice sus perspectivas ofensivas, rompiendo finalmente esta racha de partidos sin ganar.