Cielos tormentosos retrasan el enfrentamiento entre Valencia y Real Oviedo
Una tormenta se avecina no solo en los cielos sobre Valencia, sino también en los anales de la historia de LaLiga. 29 de septiembre de 2025 estaba destinado a un enfrentamiento futbolístico: Valencia contra Real Oviedo. Pero la Madre Naturaleza tenía otros planes. Mientras los aficionados se preparaban para la emoción, los cielos se abrieron, liberando torrentes que amenazaban más que solo el juego.
A las 16:00 hora local, LaLiga tomó una decisión decisiva: un aplazamiento debido a advertencias meteorológicas severas. Alertas rojas pintaban un cuadro de potencial caos; las fuertes lluvias llevaban la ominosa promesa de inundaciones. La seguridad, dijeron, era primordial. Los recuerdos de las devastadoras inundaciones de 2024, que causaron estragos y dolor, estaban muy presentes. Valencia lo recordó, y también LaLiga.
Real Oviedo, ansioso por luchar en la Costa Este, ya había llegado. Sus esperanzas, al igual que el clima, se vieron empañadas. La posibilidad de reprogramar ofrecía un rayo de esperanza, quizás para el 30 de septiembre, siempre que los cielos sean benévolos. Se propuso un nuevo horario de inicio a las 20:00 CEST, un pequeño ajuste en el gran esquema.
Este aplazamiento repercute en la temporada de Oviedo. Cada partido construye una narrativa, y este retraso remezcla el guion. Los preparativos del equipo están en desorden, y las posiciones en la liga están en juego. Por ahora, el mundo del fútbol espera, con los ojos en el horizonte, preguntándose si la tormenta pasará y permitirá que el hermoso juego se reanude.