El Triunfo de Darmstadt 98 en el DFB-Pokal: Una Historia de Redención y Goles a Raudales
Imagina esto: Es 28 de octubre de 2025, y el aire en el Merck-Stadion am Böllenfalltor está electrificado. SV Darmstadt 98, impulsado por el dolor de una reciente derrota en liga ante Schalke 04, decidió canalizar su interior John Wick y vengarse en el DFB-Pokal, ofreciendo una actuación tan dominante que parecía que estaban vengando a un cachorro. Resultado final: Darmstadt 98 - 4, Schalke 04 - 0.
El partido fue una maestría en cómo invertir la situación. Darmstadt no solo vino a jugar; vino a dominar, comenzando fuerte y sin ceder en ningún momento. El acto de apertura fue un contragolpe poético que vio a Hiroki Akiyama encontrar la red en el minuto 23, gracias a una asistencia chef's-kiss de Isac Lidberg. Akiyama, como un jugador persistente en un nivel de jefe, convirtió en su segundo intento, estableciendo el tono para el resto del partido.
No queriendo quedarse atrás, Matej Maglica decidió unirse a la fiesta de goles solo cinco minutos después, entregando un cabezazo de corta distancia que dejó a la defensa de Schalke luciendo como si estuviera atrapada en un mal juego de sillas musicales. Darmstadt se fue al descanso con una ventaja de 2-0, y la multitud local zumbaba como si estuviera en un concierto de Taylor Swift.
Al comenzar la segunda mitad, Fraser Hornby no perdió tiempo en extender la ventaja a 3-0. Su gol fue una declaración, como un momento de caída de micrófono que dejó a Schalke buscando respuestas. Y justo cuando pensabas que Darmstadt había terminado, Bartosz Bialek apareció en el campo y, en un movimiento que recordaba a un superhéroe haciendo una entrada dramática, anotó el cuarto gol en cuestión de segundos después de entrar al juego.
La defensa de Darmstadt, liderada por Jan Bachmann, quien realizó una salvada crucial en el último momento, aseguró que se mantuviera la portería a cero, añadiendo una cereza en la parte superior de este dulce sundae de venganza. Esta victoria fue más que un boleto a la siguiente ronda del DFB-Pokal; fue un recordatorio que refuerza la confianza de que cuando Darmstadt está en su juego, son una fuerza a tener en cuenta.
En el gran tapiz del fútbol, este partido fue un vívido estallido de color, un recordatorio de que a veces, incluso cuando las probabilidades parecen en contra, un equipo puede levantarse como un fénix y dejar a sus oponentes preguntándose qué los golpeó.
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