Las luchas tácticas del FC Copenhague expuestas en la derrota ante el Borussia Dortmund
El reciente enfrentamiento de la UEFA Champions League entre el FC Copenhague y el Borussia Dortmund, celebrado el 29 de octubre de 2025 en el Estadio Parken, destacó los significativos desafíos tácticos para el equipo danés. A pesar de la ventaja de local, Copenhague cayó 4-2, marcando su cuarto partido consecutivo sin ganar en todas las competiciones. Esta derrota no solo extendió el récord invicto del Borussia Dortmund contra Copenhague a cinco partidos, sino que también puso fin a la impresionante racha de cuatro partidos sin perder en casa en competiciones europeas esta temporada.
Copenhague, bajo la dirección del entrenador Jacob Neestrup, salió con una formación 4-3-3, un esquema que pretendía proporcionar tanto estabilidad defensiva como amplitud en el ataque. Sin embargo, la astucia táctica de Dortmund resultó superior, explotando efectivamente los huecos y debilidades en la estructura del equipo danés. El partido pivotó en momentos clave, notablemente cuando un error de Lukas Lerager llevó a un penalti, convertido magistralmente por Ramy Bensebaini en el minuto 60, ampliando la ventaja de Dortmund. Este evento subrayó las vulnerabilidades defensivas de Copenhague, ya que lucharon por contener de manera efectiva a los dinámicos jugadores ofensivos de Dortmund durante todo el partido.
Felix Nmecha, nombrado Jugador del Partido, fue fundamental para Dortmund, demostrando un movimiento y posicionamiento excepcionales que rompieron repetidamente las líneas defensivas de Copenhague. Su primer gol fue un testimonio de su capacidad para encontrar espacio entre las líneas, mientras que su segundo, anotado en los últimos 15 minutos, selló la victoria de Dortmund. La actuación de Nmecha fue una clase magistral en la explotación de los medios espacios, un área en la que el trío de mediocampistas de Copenhague no logró imponer control ni proporcionar una cobertura adecuada para su línea defensiva.
A pesar de los reveses tácticos, Copenhague mostró destellos de potencial, particularmente en su juego de transición. El gol tardío de Fabio Silva destacó su capacidad para capitalizar en rápidos contragolpes, aunque estos momentos fueron demasiado escasos para alterar el resultado general. El gol en tiempo de descuento de Viktor Dadason sirvió meramente como consuelo, un breve alivio en un partido dominado por el enfoque disciplinado de Dortmund.
La derrota plantea preguntas sobre la consistencia competitiva de Copenhague en Europa, siendo octubre un mes desafiante para el equipo de Neestrup. La urgencia ahora radica en abordar estas deficiencias tácticas para restaurar la forma y la confianza, mientras el equipo busca recuperar su ventaja competitiva en los próximos encuentros.

